El Gobierno evita el paro aéreo dictando la conciliación obligatoria
El panorama aeronáutico argentino experimentó un giro significativo con la intervención del Gobierno Nacional, que dictó la conciliación obligatoria ante el inminente paro de pilotos. Esta medida, oficializada el 19 de julio de 2025, busca disipar la incertidumbre que planeaba sobre miles de pasajeros y evitar la interrupción de vuelos en un momento clave para el turismo nacional e internacional.
La decisión gubernamental responde a un anuncio de paro de actividades por parte de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). La preocupación principal radicaba en el impacto que esta medida de fuerza podría tener, especialmente al inicio de la temporada de vacaciones de invierno, afectando a cerca de 40.000 pasajeros y unos 300 vuelos comerciales.
Negociación clave en la temporada invernal
La conciliación obligatoria establece un período de 15 días hábiles, durante los cuales APLA y el Gobierno deberán sentarse a negociar. El objetivo primordial es alcanzar un acuerdo que evite futuras interrupciones en el servicio aéreo. Durante este lapso, la organización sindical se encuentra inhabilitada para llevar a cabo cualquier tipo de medida de fuerza.
La relevancia de esta conciliación se amplifica al considerar el inicio del receso invernal, una de las épocas de mayor movimiento turístico en el país. La conectividad aérea juega un papel fundamental en la dinámica turística, y la suspensión de vuelos habría generado un considerable perjuicio económico y logístico para el sector.
La situación actual subraya la delicadeza de las relaciones entre los gremios aeronáuticos y el poder ejecutivo. La estabilidad de los servicios aéreos es un pilar para la industria turística, y cualquier alteración repercute directamente en la planificación y experiencia de los viajeros.
El fondo del conflicto: reforma del Código Aeronáutico
El detonante de este conflicto radica en la reciente promulgación del Decreto 378/2025 por parte del Gobierno. Esta normativa introduce modificaciones sustanciales en artículos clave del Código Aeronáutico, generando un profundo desacuerdo en el ámbito sindical.
Entre los puntos más controvertidos se encuentran la reducción de las horas de descanso semanales para los pilotos y el incremento de los límites anuales de horas de vuelo. Asimismo, la eliminación del tiempo de traslado al aeropuerto como parte de la jornada laboral ha sido otra de las objeciones planteadas por los representantes de los pilotos.
APLA ha expresado su preocupación por un posible deterioro de las condiciones laborales y, consecuentemente, un riesgo para la seguridad operacional. A estas inquietudes se suman observaciones sobre la liberalización del mercado y la posible «extranjerización encubierta» de rutas nacionales.
Perspectivas y desafíos para el futuro
Desde la perspectiva gubernamental, las reformas impulsadas buscan modernizar el sistema aeronáutico, aumentar la oferta de vuelos y reducir costos operativos. Sin embargo, los gremios acusan al gobierno de falta de diálogo y de utilizar el conflicto con fines políticos.
A pesar de la conciliación obligatoria, la tensión persiste. Tanto APLA como otras asociaciones sindicales han manifestado su intención de continuar con las acciones si el decreto no es derogado. Esto sugiere que el conflicto se encuentra lejos de una resolución definitiva y continúa siendo un factor de incertidumbre para el sector.
El turismo argentino se mantiene expectante ante el desarrollo de estas negociaciones. La garantía de un servicio aéreo ininterrumpido es esencial para la recuperación y el crecimiento de la actividad, que ya enfrenta diversos desafíos en el escenario global y local.
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