Fin de semana largo: más viajeros y estadía prolongada pero con gasto austero
El último fin de semana largo de noviembre, correspondiente al Día de la Soberanía Nacional, dejó un saldo positivo en cuanto a movimiento de personas. Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se movilizaron 1.694.000 turistas por todo el país.
Esta cifra representa un incremento del 21% en comparación con el mismo feriado del año 2024, consolidando al turismo como un motor clave. La extensión de cuatro días fue un factor determinante para incentivar a las familias a realizar escapadas hacia diversos puntos de la Argentina.
A pesar del aumento en el volumen de viajeros, el comportamiento del consumo mostró una faceta más conservadora. Si bien hubo más gente viajando, el perfil del turista fue «gasolero», cuidando el bolsillo en cada decisión de compra durante su estadía.
Cifras que marcan un récord reciente
El informe destaca que, aunque el desembolso total creció un 34% en términos reales debido a la mayor cantidad de gente, el gasto individual se contrajo. Los turistas gastaron en total unos $355.789 millones en alimentos, alojamiento, transporte y recreación.
Sin embargo, el gasto promedio diario por persona fue de $91.317, lo que refleja una caída del 3,7% frente al año anterior a valores constantes. Este dato evidencia que los visitantes optaron por opciones más económicas o redujeron sus consumos suntuarios.
La Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación celebró estos números como una señal de reactivación. Daniel Scioli destacó que el ordenamiento económico y la oferta de crédito permitieron que más argentinos pudieran disfrutar de estos días de descanso.
Los destinos protagonistas de la jornada
El movimiento se distribuyó de manera federal, con altos niveles de ocupación en las plazas tradicionales y emergentes. Mar del Plata fue una de las grandes ganadoras, recibiendo más de 158.000 visitantes y logrando una ocupación hotelera histórica para la fecha.
Otras provincias como Entre Ríos y Misiones también se posicionaron entre las más elegidas por los viajeros. En el caso de Misiones, el flujo se vio favorecido por eventos comerciales en la frontera, lo que traccionó tanto a turistas locales como internacionales.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Mendoza no se quedaron atrás, reportando una afluencia constante. Los corredores serranos de Córdoba y las localidades de la costa atlántica bonaerense mostraron un dinamismo que anticipa lo que podría ser la temporada estival.
Estadías más prolongadas
Un dato relevante del relevamiento es la duración de los viajes, que superó los registros de años previos. La estadía media se ubicó en 2,3 noches, un 15% superior a lo registrado en 2024, lo que se explica por el formato de fin de semana extralargo.
Al tener cuatro días no laborables, los turistas se animaron a recorrer distancias más largas o permanecer más tiempo en destino. Esto benefició especialmente a la hotelería y a los servicios de alojamiento temporario, que vieron incrementada su demanda por pernoctaciones.
El clima, que acompañó con temperaturas agradables en gran parte del territorio, también jugó a favor. Las actividades al aire libre y las propuestas culturales en las distintas ciudades fomentaron que la gente extendiera su permanencia y disfrutara de las propuestas locales.
Impacto en las economías regionales
_El flujo turístico derramó recursos significativos en las economías regionales, vitales para el sostenimiento del empleo. Desde la CAME resaltaron que el turismo funciona como un redistribuidor de ingresos, llevando capital desde los grandes centros urbanos hacia el interior.
Miles de pequeñas y medianas empresas vinculadas a la gastronomía, la hotelería y el comercio minorista se vieron beneficiadas. El impacto fue transversal, alcanzando a rubros conexos como el transporte, la venta de artesanías y los servicios de entretenimiento.
Este dinamismo es fundamental para las provincias que tienen al turismo como una de sus principales actividades productivas. Los números finales refuerzan la importancia de mantener políticas que incentiven el movimiento interno durante los fines de semana largos del calendario.
Perspectivas para la temporada de verano
El balance de este fin de semana funciona como un termómetro para la inminente temporada de verano 2026. Los operadores turísticos se muestran optimistas por el volumen de gente, aunque cautelosos respecto a la capacidad de gasto real de las familias.
La tendencia indica que los argentinos seguirán viajando, pero buscando precios y financiaciones convenientes. Las promociones bancarias y las cuotas sin interés se perfilan como herramientas decisivas para captar a un turista que prioriza el cuidado de su presupuesto.
Finalmente, el sector público y privado coinciden en la necesidad de trabajar articuladamente. El objetivo será sostener la demanda y mejorar la competitividad de los destinos nacionales frente a las opciones del exterior, garantizando así una temporada exitosa.
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