Machu Picchu en peligro: alertan por exceso de turistas y riesgos para el patrimonio
Informe crítico de la Contraloría
La Contraloría General de la República del Perú emitió en las últimas 48 horas un informe que alerta sobre el impacto negativo del turismo masivo en la ciudadela inca de Machu Picchu. Según el organismo de control, la sobrecarga de visitantes estaría comprometiendo tanto el patrimonio cultural como la sostenibilidad económica y ambiental de uno de los destinos turísticos más emblemáticos de América Latina.
El informe detecta presuntas afectaciones al erario público, debidas a la gestión ineficiente del ingreso de turistas, así como riesgos concretos en la preservación del sitio arqueológico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1983. Esta advertencia se produce en un contexto de recuperación pospandemia, donde el flujo de visitantes ha crecido de forma acelerada, alcanzando niveles incluso superiores a los registrados antes del COVID-19.
Presión sobre la infraestructura
Actualmente, el promedio diario de visitantes supera en muchas jornadas el máximo recomendado por la UNESCO, que es de 3.267 personas por día. Sin embargo, informes locales indican que este número ha sido ampliamente sobrepasado en fechas de alta demanda, generando una presión significativa sobre los senderos, escalinatas, andenes y estructuras arqueológicas.
Además, los accesos por tren y bus hacia Aguas Calientes —poblado base para ingresar a la ciudadela— también están funcionando por encima de su capacidad ideal, lo que ha derivado en congestión, aumento de residuos y deterioro de servicios públicos básicos como agua potable, electricidad y tratamiento de residuos sólidos.
Llamado a una política de turismo sostenible
El informe de la Contraloría recomienda revisar el modelo de gestión turística vigente, que actualmente privilegia la rentabilidad económica sin garantizar adecuadamente la sostenibilidad del sitio. Entre las propuestas se incluye la implementación de un sistema de reservas más estricto, límites diarios efectivos de ingreso y mayor control por parte del Ministerio de Cultura.
También se propone fortalecer los programas de educación ambiental y cultural para los visitantes, diversificar la oferta turística regional para descongestionar Machu Picchu, y promover el turismo comunitario como alternativa de desarrollo en zonas aledañas.
Reacciones y medidas posibles
Distintos sectores del ámbito académico, ambiental y turístico han manifestado su preocupación ante este panorama. La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, señaló en declaraciones recientes que se evaluará un nuevo modelo de gestión con criterios de conservación y participación local.
Por su parte, la UNESCO ha reiterado su disposición a colaborar con el gobierno peruano para aplicar planes de manejo que permitan preservar la integridad del sitio sin comprometer su valor cultural. La comunidad internacional observa con atención este proceso, dado que Machu Picchu es no solo un símbolo del Perú, sino también uno de los destinos patrimoniales más visitados del planeta.
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