Protestas masivas contra el turismo se extienden por Europa: residentes claman por un cambio
Cientos de personas salieron a las calles de diversas ciudades europeas, incluyendo Barcelona, Palma de Mallorca, Génova, Venecia y Lisboa, para manifestarse contra los impactos negativos del turismo masivo. Las protestas, que en algunos casos incluyeron el uso de pistolas de agua, bombas de humo y «paseos ruidosos» con maletas, buscan visibilizar el «hartazgo de los residentes frente a un modelo económico que, según denuncian, está deteriorando la vida urbana».
Las movilizaciones, impulsadas por colectivos como la Red del Sur de Europa Contra la Turistificación, reflejan la creciente tensión entre el atractivo turístico y la habitabilidad de las ciudades. Los manifestantes denuncian el encarecimiento de la vivienda, el deterioro ambiental y la «expulsión del vecindario» debido a la presión turística. Pancartas con mensajes como «Tu Airbnb era mi hogar» se vieron en Barcelona, mientras que en Palma de Mallorca, la Policía Nacional estimó una asistencia de 8.000 personas.
El fenómeno no es nuevo, pero la magnitud de estas protestas simultáneas subraya la profundización del descontento. Los activistas en Italia, Portugal y España han utilizado tácticas creativas para llamar la atención sobre el aumento del costo de la vivienda y el impacto medioambiental del turismo. La tensión se observa en destinos populares como Francia y España, donde se espera que el gasto internacional en viajes crezca un 11% este año, alcanzando los 838.000 millones de dólares.
En este contexto, incluso lugares emblemáticos como el Museo del Louvre en París experimentan las consecuencias del turismo masivo, con la Salle des États, que alberga la Mona Lisa, recibiendo hasta 20.000 personas al día, lo que muchos describen como una «experiencia caótica». La situación ha llevado a que los gobiernos busquen equilibrar las demandas ciudadanas con la necesidad de sostener una industria clave.
Las protestas del 15 de junio pasado son un claro llamado a la acción, instando a las autoridades a establecer límites y regulaciones al turismo para garantizar una vida digna para los residentes locales.
Turismo y Derecho / Fuente: The New York Times