Desregulación del transporte paraliza el turismo 4×4 en fronteras argentinas
La reciente liberalización del transporte automotor de pasajeros en Argentina ha generado un efecto no deseado para un nicho crucial del turismo de frontera. Operadores de vehículos todoterreno que realizan excursiones a países limítrofes enfrentan una parálisis total de sus actividades.
El conflicto afecta principalmente a las empresas de transporte que utilizan unidades 4×4 para servicios interjurisdiccionales e internacionales. Rutas claves en la Patagonia o el Noroeste Argentino (NOA), que cruzan hacia Chile o Bolivia, están comprometidas.
Aunque la nueva normativa simplificó los requisitos internos y los habilitó para circular dentro del territorio nacional, la realidad cambia drásticamente al intentar salir. El resultado es que decenas de vehículos quedan varados sin poder cumplir con los servicios contratados.
El vacío normativo y la exigencia aduanera
La clave del impedimento reside en la exigencia de un documento específico por parte de las aduanas de los países vecinos. Este requisito es el Documento Único de Transporte (DUT), que certifica que la unidad opera bajo un régimen de transporte comercial habilitado.
Antes de las recientes reformas, las unidades 4×4 de turismo podían registrarse y generar el DUT a través de la plataforma de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Este proceso garantizaba el cumplimiento de estándares de seguridad y registro de pasajeros.
Las medidas de desregulación, promovidas en el marco del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, retiraron la necesidad de aquella habilitación nacional para estos vehículos. Al desaparecer la instancia administrativa local, se eliminó la vía formal para obtener el documento internacional requerido.
El reclamo del sector y las negociaciones
Las agencias de viajes especializadas en el turismo regional han sido las primeras en denunciar la situación. Sostienen que la simplificación interna, sin una previsión para el ámbito exterior, destruyó una rama de negocio vital para las economías de frontera.
El sector, representado por entidades como Faevyt, ha elevado su reclamo directamente a la Secretaría de Transporte de la Nación. Piden que se restablezca o se cree un mecanismo administrativo específico que permita a los vehículos 4×4 obtener la certificación necesaria.
Si bien las autoridades nacionales han manifestado una respuesta «favorable», los transportistas esperan una solución concreta y urgente. La rápida definición de un nuevo protocolo de registro es esencial para reactivar un servicio fundamental antes del inicio de la temporada alta.
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