El crucero de lujo Odyssey sigue varado en Irlanda del Norte: incertidumbre y malestar entre los pasajeros
Un proyecto ambicioso que no logra zarpar
El MV Odyssey, un crucero de lujo operado por la compañía estadounidense Villa Vie Residences, debía zarpar en mayo de 2024 desde Southampton, Reino Unido, para iniciar una travesía sin precedentes: una vuelta al mundo durante tres años, recorriendo 425 puertos en 147 países y 7 continentes. El buque, reconvertido en una especie de “residencia flotante” para jubilados, nómadas digitales y amantes del mar, ofrecía camarotes que podían comprarse por sumas que iban desde los 99.000 hasta más de 900.000 dólares.
Sin embargo, lo que prometía ser el viaje de sus vidas se ha convertido en una experiencia frustrante. A más de cuatro meses del inicio previsto, el Odyssey permanece varado en Belfast, Irlanda del Norte, afectado por fallas técnicas que impiden su salida al mar.
Problemas mecánicos persistentes
El buque, de 630 pies de largo (unos 192 metros), fue adquirido por Villa Vie Residences en 2023 y sometido a una refacción parcial antes de convertirse en la base del proyecto “Villa Vie Odyssey World Cruise”. Sin embargo, tras una breve travesía desde Alemania a Irlanda del Norte, comenzaron a detectarse serias deficiencias técnicas, especialmente en los timones, propulsores y en la caja de cambios, que han obligado a mantener la nave en reparación desde hace semanas.
Aunque inicialmente se prometió que el problema sería resuelto en agosto, nuevas demoras han generado descontento entre los compradores de camarotes, muchos de los cuales vendieron sus viviendas o renunciaron a trabajos para embarcarse en esta vida de viaje marítimo a largo plazo.
Impacto en los pasajeros
El malestar entre los pasajeros va en aumento. Algunos han tenido que buscar alojamiento temporal en tierra o regresar a sus países de origen. Otros exigen reembolsos o indemnizaciones por los gastos ocasionados y la falta de cumplimiento del contrato. Si bien Villa Vie Residences ha comunicado que trabaja activamente para solucionar los problemas y garantizar la seguridad del viaje, no ha ofrecido una fecha concreta de partida.
La incertidumbre ha encendido las alarmas en foros de viajeros y medios especializados en cruceros, donde se cuestiona la viabilidad técnica y financiera del proyecto.
Una lección sobre el turismo residencial flotante
El caso Odyssey pone de manifiesto los desafíos logísticos y técnicos de este tipo de iniciativas de “residencias marítimas permanentes”. Aunque el concepto resulta atractivo para una creciente población de jubilados con alto poder adquisitivo, la falta de una infraestructura probada, la complejidad de las conversiones navales y la necesidad de solvencia sostenida hacen que estas propuestas enfrenten serios obstáculos en su implementación.
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