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Fin de semana extra en octubre reactiva la demanda turística en Argentina

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El sector turístico nacional ha recibido una bocanada de aire fresco con la reciente confirmación del feriado por el 12 de octubre. Este día festivo, trasladado al viernes 10, ha generado un repunte significativo en las reservas.

La decisión gubernamental de modificar la fecha se produjo tras una intensa presión y un fuerte reclamo por parte de las cámaras y operadores del sector. La industria venía alertando sobre la caída de la ocupación y la baja demanda interna.

El feriado extendido, que crea un fin de semana largo de tres días, logró reactivar de inmediato la compra de pasajes, hoteles y paquetes de escapadas en todo el territorio argentino. Los destinos nacionales son los grandes protagonistas de este impulso.

Los operadores turísticos confirmaron que, dado el anuncio tardío, muchos viajeros priorizaron las opciones dentro del país. Los viajes al exterior, que suelen requerir una planificación de 30 a 45 días, no tuvieron tiempo de gestarse.

El protagonismo de los destinos clásicos

Los destinos considerados clásicos en Argentina lideran la lista de preferencias. Ciudades como San Carlos de Bariloche, las cataratas de Iguazú y la provincia de Mendoza concentran la mayor parte de las reservas.

Agencias de viajes como Tije Travel y Travel Services reportaron una fuerte demanda hacia estos puntos geográficos. Estos lugares ofrecen una variedad de paisajes que van desde la nieve hasta el vino y la selva.

El comportamiento positivo se replica en plataformas de reservas online como Almundo, donde las búsquedas se dispararon desde el momento mismo del anuncio del nuevo feriado, a principios de septiembre.

Otros destinos que mostraron un buen nivel de interés son Salta, con su riqueza cultural y paisajística, la Ciudad de Buenos Aires y los puntos tradicionales de la Costa Atlántica.

La escasez de disponibilidad aérea y alojamientos

A pesar del buen panorama en las reservas, la repentina avalancha de ventas generó advertencias sobre la disponibilidad. Algunos operadores se quedaron sin producto disponible a tan solo semanas del fin de semana largo.

La complicación es especialmente notoria en los pasajes aéreos. Los vuelos a destinos muy solicitados están casi agotados o se venden a precios considerablemente más altos debido a la baja disponibilidad de asientos.

Quienes busquen oportunidades de último momento para viajar deberán enfrentar precios elevados y una oferta limitada de alojamientos en los centros turísticos más populares. Esto es común en situaciones de alta demanda improvisada.

Un impulso bienvenido, pero sin resolver lo estructural

Aunque el repunte en las reservas es celebrado por el sector, los empresarios del turismo se muestran cautelosos. Aseguran que este impulso es necesario, pero no resuelve los problemas estructurales de la industria.

El sector venía atravesando un período difícil marcado por la caída del turismo interno y el aumento de los costos operativos. Por ello, piden al Gobierno que no se conforme con esta única medida puntual.

El fin de semana largo de octubre, aunque improvisado y generado por reclamos, se convierte en un termómetro crucial. Su desempeño servirá para medir las intenciones de viaje y las expectativas para la próxima temporada de verano.


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